Mindfulness y el Arte de Vivir en Plenitud: El Secreto T’zamana

Querida red:

Reciban esta carta, que tiene nuestra intención de compartirles nuestro secreto T’zamana para el encuentro con el bienestar.

Este secreto es muy simple, presta atención a la siguiente palabra y su resonancia en ti… después de leerla, regálate un par de respiraciones profundas para ver qué tanto eco genera en ti. ¿Qué activa? ¿Qué imagen evoca?

https://youtu.be/AWjmiAxLQGI?si=mTlznMviteGSWN_l

VIVIR

¿Simple y complejo? Reflexionar sobre la vida y escuchar las distintas voces que aparecen, genera algo de cansancio.

¿No te parece?

Esto se debe a que la mente gasta una enorme cantidad de energía y aunque es útil pensarse a uno mismo, termina también siendo agotador. La vida puede ser complicada y simple a la vez, ¿verdad? A pesar de los altibajos de la mente, tenemos la suerte de tener muchas formas de mantenernos en consciencia y VIVIR. Gozar la vida incluso en los momentos difíciles, es un reto pero es el propósito.

La humanidad ha venido cada vez más reconociendo con un poco más de atención a todo lo que nos rodea, lo cual es lo que nos permite disfrutar más de lo que se vive y sentir menos carga en los hombros.

¿Te ha pasado que sientes a veces un descanso cuando vas como en piloto automático? ¿Te gustaría recibir el mismo descanso mental y emocional, sin tener que desconectarte sino más bien desde tu consciencia plena?

Para T’zamana, esto es lo que significa estar en el momento presente, algo así como saborear cada instante de la vida con plenitud, aún cuando esto significa sentir dolor, tristeza, miedo, rabia o cualquier otra emoción, sensación o estado que sea incómodo sentir. Como lo ves y lo sabrás, no es fácil VIVIR en plenitud, requiere aceptar las emociones y los estados en sus opuestos (euforia/alegría o dolor/tristeza-rabia y demás).

Pero la realidad es que así no lo aceptemos, o hagamos resistencia psicológica, igual estas experiencias son la vida y se van a quedar lo queramos o no, porque son nuestra realidad. Por esto, la experiencia T’zamana nos enseña a comprender que aceptar el vaivén de la vida y sus sensaciones, funciona como funciona la naturaleza: fluyendo y cambiando.

La presencia en la que habitan los seres vivos es digna de aprender, y es el secreto del bienestar social. ¿Te suena? Pero, entonces ¿Cómo es que se hace tan difícil para los humanos habitar la vida y su vaivén como los otros seres?

Probablemente, por la dificultad para manejar nuestro poderoso cerebro y en particular nuestro pensamiento con el que construimos mundos imaginarios y realidades difíciles de atravesar.

Mira un ejemplo: una persona se levanta un día cualquiera con malestar hormonal y siente irritabilidad y cansancio. Inicia el día con poca energía y casi ningún entusiasmo, recuerda algún pago que tenía pendiente y esto le genera estrés.

Para las 10:00 am, su mundo mental está tan cargado de pensamientos “tóxicos”, que todo lo que pasa afuera se vive como un ataque.

Esto va aumentando su sensibilidad y en un instante una pequeña discusión con su familia hace que salga una especie de monstruo interior (¿te ha pasado?) grita, se aísla, se siente sin comprensión, que no le valoran o reconocen su valiosa presencia (esta es su herida de infancia).

Tiene tanta rabia que en su pensamiento se crean explicaciones (inventadas) sobre lo que piensan o creen las otras personas…progresivamente, los sentimientos y pensamientos van cogiendo más fuerza. Tanto, que al llegar el mediodía todo lo que hasta entonces eran sentimientos y pensamientos, ahora se perciben por todo el cuerpo como LA REALIDAD.

Podría, en este estado seguir gritando o violentando a alguno de los seres amados, pero guarda silencio y se traga el monstruo para tratar de evitar el daño colateral. No es fácil, los síntomas le acompañan por tres días seguidos. Intenta de todo lo que ha aprendido: respira, camina, visita a alguien y nada.

¿Sabes qué le ayudó?

Conoció de las experiencias de bienestar T’zamana y dió con nosotros un paseo de 3 horas por el río Palomino, viendo los pájaros permanecer en total presencia, el viento fluyendo con el agua y escuchando el paisaje.

No había pretensiones, su monstruo, su dolor, su rabia y todos sus pensamientos eran bienvenidos, no había lucha pero tampoco apego. Llegamos al otro lado de este estado emocional porque no hay otra opción, al igual que el río hay que llegar al mar, es la naturaleza.

Cuando el agua dulce se mezcló con la del océano, la experiencia real pudo ser más atractiva a la mente que la imaginación tóxica, de pronto los pensamientos de rabia se lavaron con las aguas de la majestuosa Sierra, como quien se quita el mugre.

¿Te resuena?

VIVIR

Este es nuestro aprendizaje constante y nuestro compromiso con la vida, por eso en T’zamana te invitamos a darle la bienvenida a tu experiencia presente. ¿Cómo? pase lo que pase, entregarnos sin resistencia a sentir la vida.

Cuando aparecen las ganas de salir corriendo porque el dolor llega a la puerta, agradecemos y reconocemos que lo que está pasando nos muestra un camino. Al final de cuentas, igual ¡es lo que está sucediendo en la realidad de la vida! ¡No se va a ir porque me estorba o no quiero que esté! Todo lo contrario se intensifica.

Entrar en conexión con la intimidad de nuestro pensamiento y sentimiento dejándonos sentir lo que es y lo que hay, es un camino que podemos transitar, no es tan difícil pero cuesta: ¡hay que soltar las expectativas!

¿Se va poniendo difícil la tarea?

¡¡NO!! Solo es cuestión de práctica y esto es meditación mindfulness. Hay dos maneras de realizar el mindfulness: la formal y la informal.

La primera es con un espacio y tiempo definido y también con metodología, como por ejemplo: la meditación, el yoga, el Tai-chi, las artes, los textiles…entre otras. 

La informal se trata de practicar la presencia en todas las tareas cotidianas, incluso en momentos tan simples como cuando nos disponemos a dormir, escribimos, cocinamos, contactamos con la naturaleza, damos un beso, saludamos a alguien, descansamos o simplemente estamos… manteniendo la consciencia de estar presentes y valorando la experiencia.

«EL MINDFULNESS ES MEJOR QUE EL CHOCOLATE»

En el libro del Dr. David Michie se relata muy claro esta actividad y nos permite identificar cómo la atención plena nos ayuda a relajarnos y a estar en sintonía con el aquí y el ahora, lo cual es fundamental para combatir el estrés y la ansiedad que generan el afán por vivir en el pasado o en el futuro.

Esto es bienestar emocional y bienestar social, ya que cuando estamos en este estado, recibimos la tranquilidad para nosotros y nuestras relaciones, lo cual tiene un impacto en todos los sistemas sociales con los que nos conectamos, nos conozcan o no.

Pero estar plenamente conscientes no es fácil, requiere práctica y dedicación. Sin embargo, los beneficios son enormes, ya que nos permite conectar con nuestro yo más profundo y sentir una conexión más íntima con el mundo que nos rodea.

Hablando de chocolate, ¡claro! No podemos olvidar que el cacao orgánico T’zamana es como un compañero perfecto en este viaje de mindfulness hacia el bienestar. Ambos están relacionados con la consciencia y nos ayudan a estar más presentes y conectados con el momento presente.

El cacao, por su parte, también juega un papel importante en nuestro bienestar emocional, ya que contiene magnesio, que ayuda a aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, el neurotransmisor responsable de la sensación de felicidad y bienestar.

En T’zamana, creemos que el bienestar es un viaje personal que implica conectar con nuestra propia verdad interior y encontrar formas de vivir en armonía con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Por eso, te invitamos a explorar este viaje con nosotros y a descubrir el gozo de vivir en cada momento.

https://youtu.be/VQGVH7qIE0A?si=a5TMkHMx8ZAET8vN

En nuestros retiros de bienestar en la Sierra Nevada de Santa Marta, te ofrecemos la oportunidad de reconectar contigo y con la naturaleza, y de encontrar un camino para aceptar tu ser en armonía dentro de un entorno majestuoso y lleno de vida.

Además, también ofrecemos terapia individual y en grupo para quienes deseen profundizar en su bienestar emocional y explorar nuevas herramientas para vivir una vida más plena y consciente, enfocada en la meditación m8ndfulness guiada, especialmente diseñada para principiantes.

¡Esperamos poder acompañarte en este viaje hacia la aceptación para el bienestar!

Con cariño y resonancia,

El Equipo T’zamana

Descubre los Misterios de la Sierra Nevada de Santa Marta CLICK AQUI

Quiero mostrarles esta belleza de lugar: la cascada, la aventura muy cerca de Tzamana Wellness Retreat.

El mindfulness no es otra cosa que la presencia, la entrega a la presencia. Y lo que hace el camino, lo que hace la experiencia de prestar atención al camino, a las piedras, a los animales que se cruzan en él… nos permite todo el tiempo conectar con la posibilidad de prestar atención al momento presente. Atención, sin tensión.

¿Viste que pasó la mariposa? Pasó la serpiente, los micos, los pájaros… son a veces cosas tan simples que entornos como este nos permiten, con conciencia, volver a degustar, como quien disfruta una taza de cacao Tzamana o un plato muy rico hecho por manos de nuestras amadas cocineras.

Estamos en el territorio que es nuestro cuerpo, y habitarnos, degustarnos, disfrutarnos… ha de ser tal vez el llamado más grande al que podemos asistir.

Por eso la invitación que te hacemos hoy es que experimentes, degustes la entrega en una de estas experiencias. Y desde ahí va a ser fabuloso porque luego lo que va a seguir pasando es que esto lo puedes amplificar al cotidiano de tu vida… y eso se traduce en disfrutar tu vida. Honrar la vida es disfrutarla, y para disfrutarla hay que estar presentes. Y eso se entrena, no es tan fácil. Es más bien una osadía, mantener, sostener el entrenamiento de la presencia.

Claro, el mindfulness es una gran herramienta, que sirve mucho cuando lo haces como práctica formal en un espacio determinado y que es maravilloso cuando puedes hacerlo caminando para conectar con la naturaleza, para conectar con tu fuente interior y permitir que decante, sobre todo, el ruido mental que nos dice cosas que no nos gustan sobre nosotros mismos.